El invierno comienza, y nuestra piel empieza a sentirlo…¿cómo evitar que estos meses fríos dañen nuestra piel? En esta nota encontrarás 9 útiles tips que te ayudarán a preservar la salud y belleza de tu piel en los siguientes tres meses.
Peligros para la piel en invierno
El clima frío es duro para la piel. Las bajas temperaturas combinadas con los reducidos niveles de humedad deshidratan tu piel. Si esto se combina con mala calefacción y una pobre rutina de cuidado de la piel, el resultado podría ser catastrófico, resultando en agrietamiento, rosáceas, opacidad, envejecimiento, resequedad extrema, acné, eczema, e incluso caspa, en el caso del cuero cabelludo.
Para evitarte la penosa y costosa tarea de traer tu piel de vuelta a la vida en la primavera, a continuación tienes una lista de consejos clave que serán instrumentales en mantener la belleza y salud de tu piel en esta temporada de frío.
Cuidados para tu piel en temporada de frío
1. Escoge un humectante apto para el invierno
Puede que tu humectante de cajón sea suficiente en esta época, pero también es posible que tengas que buscar una crema o crema hidratante un poco más sustanciosa. Esto no quiere decir más gruesa, necesariamente; de hecho, si tu piel es propensa a erupciones, mejor evita cualquier producto con bases de petrolatos y aceites. En su lugar, busca productos hechos a base de lípidos: estos serán excelentes para mantener intacta la barrera protectora de tu piel sin cargarla excesivamente. Para mayor efectividad, aplica tu crema hidratante inmediatamente después de bañarte, para sellar la humedad del cuerpo.
2. No olvides protección solar
No te confíes, aunque el frío pueda hacer parecer al sol menos intenso, es igual de dañino para la piel que en los meses de verano. Aplica siempre protección solar de al menos 30 SPF, aproximadamente 30 minutos antes de salir. Esto ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro y a mantener la piel saludable.
3. Manténte muy bien hidratad@
Pasa lo mismo que con el protector solar: como no sentimos la urgencia del calor, descuidamos ciertas necesidades de la piel, como una hidratación completa. Aunque no sientas muchísima sed, intenta tomar 3 litros de agua cada día para compensar por toda la humedad que la piel pierde a diario.
Realiza una limpieza suave
Los limpiadores agresivos pueden eliminar los aceites naturales de la piel, empeorando la sequedad. Opta por limpiadores suaves y sin alcohol. Limpia tu rostro con agua tibia en lugar de caliente y evita frotar la piel con fuerza. Considera usar limpiadores con ingredientes hidratantes como aloe vera o aceite de jojoba.
5. Exfoliación delicada
La piel tiende a acumular células muertas más fácilmente en climas fríos. Exfolia tu piel una o dos veces por semana para eliminar las células muertas y permitir una mejor absorción de los productos hidratantes. Usa exfoliantes suaves para evitar irritaciones, y no exfolies en exceso para no dañar la barrera cutánea.
6. Disfruta de una gran variedad de frutas y vegetales
Además de ser una excelente fuente de agua y minerales indispensables para la hidratación, contienen vitaminas y antioxidantes que ayudan a mantener el aspecto brillante y sano de tu cutis, combaten posibles infecciones y ayudan a cicatrizar cuando la piel tiene algún agrietamiento o herida. Busca sobre todo alimentos que contengan vitaminas C, E y B3 (niacinamida).
7. Cuidado con los labios
Seguramente has notado que en invierno los labios se opacan, secan, descarapelan y agrietan con facilidad. Nada lindo. Para que esto no suceda, aplicar algo de mantequilla de karité o aceite de coco resulta de maravilla para mantener los labios suaves.
8. Humidifica el aire
Si utilizas calefacción en casa, además de moderar su uso, puede ser conveniente utilizar un humidificador, ya que los sistemas de calefacción secan mucho el aire y dañan la piel. Es mejor para la piel mantener la temperatura de la habitación un poco más baja y usar más capas de ropa.
9. Desmaquillante con aceite de coco
El aceite de coco ha probado ser un gran desmaquillante, y además es un buen hidratante para la piel. Así matas dos pájaros de un tiro.
Siguiendo estos sencillisimos pasos, verás que no sólo sobrevivirás a los problemas cutáneos comunes de las temporadas frías, sino que emergerás del otro lado con la piel más bella que nunca.