¿Qué son y para qué sirven?
El serum facial es un tratamiento para el rostro con una alta concentración de ingredientes activos. Estos ingredientes tienen una rápida absorción y profunda penetración en el cutis. A diferencia de las cremas faciales, los serums contienen menos ingredientes pero están más concentrados. Los serums ayudan a la reparación de la piel y muchas otras cosas de acuerdo a los componentes que contengan. Pueden empezar a utilizarse a cualquier edad. Aún así, antes de hacerlo, se recomienda determinar qué tipo de piel se va a tratar y los efectos que desean lograr.
¿Cuáles serums uso?
El serum con vitamina C es ideal para todo aquel que quiera obtener un tono de piel parejo y firme, además de que gracias a sus propiedades antioxidantes repara y regenera el cutis, haciendo que la piel se vea más joven y saludable. Aunque puede usarse todo el año, el serum con vitamina C es de vital importancia durante el verano ya que la vitamina C contrarresta los efectos dañinos del sol, protege tu piel de las altas temperaturas y disminuye el riesgo de cáncer de piel porque ayuda a hacerla más gruesa.
Por otro lado, el serum con ácido hialurónico ayuda a mantener nuestra piel hidratada ya que este químico actúa como esponja y es capaz de retener grandes cantidades de agua, aportando volumen, reduciendo las arrugas, disimula las líneas de expresión y revitaliza las capas superficiales de la piel.
Existen diferentes tipos de serum para todo tipo de piel, basta con acercarte a un experto para determinar cual te será de mayor ayuda pero no basta solo con los serums para tener un cutis sano, también es necesario crear una rutina de limpieza facial que ayude mantener nuestra piel hidratada y desintoxicada. Para maximizar sus efectos, lo mejor es aplicar el serum tras haber limpiado bien la cara pero antes de aplicar la crema hidratante, de esta manera el cutis absorberá más nutrientes y sus efectos serán mayores.