La piel es el órgano más grande que tenemos y el primero que los demás notan a primera vista. Un cutis saludable es reflejo de una dieta balanceada y nutritiva. La alimentación es vital para el cuidado de la piel. La falta de vitaminas y otros nutrientes pueden tener un impacto negativo en nuestro cutis.
La aparición de acné y espinillas también está ligada a nuestra alimentación. En los adolescentes, es normal que aparezcan debido a los cambios hormonales. En los adultos es una señal de que se consumen alimentos altos en grasas saturadas y azúcar refinada. Unos ejemplos de estos son la pizza, el chocolate o las bebidas con gas. Por el otro lado, la falta de consumo de frutas y verduras puede hacer que la flacidez y el envejecimiento aparezcan en nuestra piel de manera prematura.
El agua es un elemento clave en nuestra alimentación , no sólo consumida de manera directa, sino también en alimentos como el tomate, la alcachofa y el brócoli. Al igual que el agua, el té verde es igual de benéfico para mantener una piel sana. Esto se debe a que cuenta con agentes antioxidantes y a restaurar la elasticidad de la piel. Además, el consumo de líquidos ayuda a expulsar residuos y células muertas.
Una mala alimentación puede llevar a problemas en el interior como en el exterior, de acuerdo con expertos, enfermedades que se ven reflejadas en la piel como la pelagra o el marasmo y son provocadas por un déficit de proteínas y vitamina C.
El mantener una dieta nutritiva y balanceada nos ayudará no solamente en nuestro desempeño diario sino que también tendrá un efecto positivo en nuestra piel, evitará que las marcas de expresión se marquen con facilidad y mantendrá nuestro cutis firme y luminoso.