Como cualquier otro sector la industria de la belleza y cosmética también se vio afectada por la pandemia del COVID-19. Sin embargo, para compensar sus pérdidas, diversas empresas optaron por utilizar sitios web e incentivar las compras en línea. Marcas como Revlon y L’Oreal se han reinventado. Ahora, invitan a la población a utilizar sus productos incluso cuando se encuentren en casa. Ya no se enfocan en artículos como labiales, sombras o brillos que se ocultan por el uso del tapabocas o careta. Las empresas le apuestan a nuevos productos como correctores de ojeras, humectantes de manos e iluminadores de piel. Así, promueven rutinas para lucir una piel de porcelana durante las videoconferencias y recomiendan rituales para relajar el estrés durante la pandemia.
México es el tercer país en producción de cosméticos, después de Estados Unidos y Brasil, y exporta a más de 100 países alrededor del mundo incluyendo su vecino del norte y algunos lugares de América Latina. Durante los últimos años, esta industria se ha convertido en un área de oportunidad para aquellos que les guste el sector y buscan autoemplearse.
La ventaja de trabajar en este sector es el capital relativamente bajo que se requiere para iniciar, sin embargo, para obtener una máxima rentabilidad es necesario tener un objetivo claro y crear un plan de negocio claro y eficaz.
La industria de la belleza es uno de los sectores con más crecimiento y cambio anual que genera grandes beneficios en el mercado mexicano, además de generar empleos para más de 370 mil personas en el país.